Muchos auditores se encuentran en estas fechas inmersos en la revisión de cuentas anuales de sus clientes, a formular por sus consejos de administración. Cuentas que como consecuencia de la actual situación de crisis y al objeto de presentar una situación económica financiera diferente a la real, mediante lo que ha venido por denominarse contabilidad creativa.
Los maquillajes contables empiezan a ser, por desgracia, cada vez más frecuentes, resultado de la presión a la que están sometidas muchas empresas y la necesidad de presentar ante las entidades de crédito unos resultados menos calamitosos que permita continuar o acceder a fuentes de financiación externa. Son estas prácticas a las que hace mención el Catedrático de Contabilidad, Oriol Amat en su artículo publicado en el blog de Super Contable cuya lectura por su interés y utilidad, sugiero encarecidamente